Una vez que hemos pasado por la Sala de Dos Hermanas y por la Sala de los Ajimeces, se llega al mirador de Lindaraja, en su origen al-'Ayn Dar Aisa, los «ojos de la casa de Aisa», pues en época nazarí era una atalaya abierta al paisaje, ante la que se extendía el jardín de Lindaraja Esto no nos dice mucho porque la identidad de Aisa es desconocida, pero a lo largo del marco de la ventana principal pueden leerse una serie de poemas que definen muy bien tanto la función del mirador como la posición del que mira. Esto es lo principal: En este jardín yo soy el ojo lleno de gozo, y la pupila de este ojo es nuestro señor / Muhammed V, alabado por su valentía y generosidad, con notable fama y graciosa virtud / Él es la luna llena en los horizontes del Imperio, sus signos son perennes y su luz es brillante / En su morada él no es otro que el sol, cuya sombra es beneficiosa / En mí él mira desde su trono califal hacia la capital y su reino entero. Los alicatados de los arcos son los más preciosos de la Alhambra por su tamaño y ejecución El contorno interior, algunos autores lo han considerado el exponente más claro de un posible «barroco nazarí» Bajo un arco ciego de mocárabes se desarrolla toda una decoración en yesería policromada, básicamente epigráfica, que enmarca una ventana con doble arco y parteluz que al igual que las ventanas laterales, están situadas en puntos muy bajos para, sentados en el suelo, divisar el paisaje. .
Una vez que hemos pasado por la Sala de Dos Hermanas y por la Sala de los Ajimeces, se llega al mirador de Lindaraja, en su origen al-'Ayn Dar Aisa, los «ojos de la casa de Aisa», pues en época nazarí era una atalaya abierta al paisaje, ante la que se extendía el jardín de Lindaraja Esto no nos dice mucho porque la identidad de Aisa es desconocida, pero a lo largo del marco de la ventana principal pueden leerse una serie de poemas que definen muy bien tanto la función del mirador como la posición del que mira. Esto es lo principal:
ResponderEliminarEn este jardín yo soy el ojo lleno de gozo, y la pupila de este ojo es nuestro señor / Muhammed V, alabado por su valentía y generosidad, con notable fama y graciosa virtud / Él es la luna llena en los horizontes del Imperio, sus signos son perennes y su luz es brillante / En su morada él no es otro que el sol, cuya sombra es beneficiosa / En mí él mira desde su trono califal hacia la capital y su reino entero.
Los alicatados de los arcos son los más preciosos de la Alhambra por su tamaño y ejecución El contorno interior, algunos autores lo han considerado el exponente más claro de un posible «barroco nazarí»
Bajo un arco ciego de mocárabes se desarrolla toda una decoración en yesería policromada, básicamente epigráfica, que enmarca una ventana con doble arco y parteluz que al igual que las ventanas laterales, están situadas en puntos muy bajos para, sentados en el suelo, divisar el paisaje. .